Una excelente idea para alentar a tu grupo a reconocer en sí mismos y en los demás las cosas buenas que Dios le ha regalado a cada uno. Esta actividad puede producir en tus chicos reacciones de corazón muy positivas si tan solo le permites a Dios obrar en medio de tu grupo. ¡Inténtalo! ¡Estamos orando por tu ministerio entre los jóvenes!
A medida que los jóvenes entran al salón, colócales una etiqueta en blanco sobre la espalda. También puedes usar papel blanco y cinta adhesiva. Cuando todos estén listos, cada persona debe escribir una palabra positiva y descriptiva en cada una de las etiquetas o papeles en blanco del resto de grupo. Explícales que no pueden repetir las palabras que ya estén escritas.
Una vez que todos hayan terminado, pídeles que se sienten en el piso formando un círculo. Cada uno debe quitarse el papel o etiqueta y leer lo que los demás han escrito. Luego lee 1º de Pedro 1:22 - 2:1. Anima a los jóvenes a entrenar sus corazones para ver lo bueno en los demás y no sólo lo malo. También exhorta a los jóvenes a que se reconcilien con aquellas personas dentro del grupo con las cuales tengan algún problema.
Explicales que deben llevar las etiquetas o los papeles a casa y colocarlos en algún lugar visible en su habitación, como por ejemplo cerca de la cama o dentro de la portada de la Biblia para que puedan acordarse de lo bueno que los demás ven en ellos.
A medida que los jóvenes entran al salón, colócales una etiqueta en blanco sobre la espalda. También puedes usar papel blanco y cinta adhesiva. Cuando todos estén listos, cada persona debe escribir una palabra positiva y descriptiva en cada una de las etiquetas o papeles en blanco del resto de grupo. Explícales que no pueden repetir las palabras que ya estén escritas.
Una vez que todos hayan terminado, pídeles que se sienten en el piso formando un círculo. Cada uno debe quitarse el papel o etiqueta y leer lo que los demás han escrito. Luego lee 1º de Pedro 1:22 - 2:1. Anima a los jóvenes a entrenar sus corazones para ver lo bueno en los demás y no sólo lo malo. También exhorta a los jóvenes a que se reconcilien con aquellas personas dentro del grupo con las cuales tengan algún problema.
Explicales que deben llevar las etiquetas o los papeles a casa y colocarlos en algún lugar visible en su habitación, como por ejemplo cerca de la cama o dentro de la portada de la Biblia para que puedan acordarse de lo bueno que los demás ven en ellos.
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