Una pequeña niña quería convertirse en una gran pianista, pero todo lo que ella podía tocar en el piano era una simple y pequeña tonada llamada "Palillos chinos". Sin importar cuanto se esforzaba, eso era lo mejor que ella podía hacer.
Después de algún tiempo sus padres decidieron contratar a un gran maestro para que le enseñara a tocar en forma apropiada. Por supuesto, la pequeña niña estaba encantada.
Cuando la pequeña niña y sus padres llegaron a la mansión del maestro para su primera lección, ellos fueron escoltados por el mayordomo hasta la sala, donde vieron un hermoso y grande piano de concierto. Inmediatamente, la pequeña niña saltó sobre el piano y empezó a tocar "Palillos Chinos". Sus padres avergonzados empezaron a atravesar la habitación para decirle que parara, que dejara de tocar, pero mientras ella tocaba, el maestro entró en la habitación y animó a la pequeña niña a seguir tocando.
El maestro entonces tomó asiento en el banco del piano a la par de la pequeña niña, escuchando la melodía que ella tocaba. Después de un momento él empezó a tocar junto con ella, agregando acordes y arreglos. La pequeña niña continuó tocando "Palillos Chinos". Los padres no podían creer lo que sus oídos escuchaban. Ellos estaban escuchando un hermoso dúo de piano, tocado por su hija y por el maestro, y lo más sorprendente, el tema central de este todavía era "Palillos Chinos".
A veces puedes sentir que no eres nadie, que Dios no puede usarte para hacer grandes cosas. Pero piensa en esa pequeña niña. Lo único que podía tocar era "Palillos Chinos" y nadie quería escuchar esa melodía. Era una vergüenza para sus padres y una molestia para todos los demás. Sin embargo, el maestro la animó a seguir tocando.
Dios sabe lo que tú puedes hacer. Él te creó con dones y talentos. Seguramente, comparado a las habilidades de otras personas, tus talentos pueden parecerse a los "Palillos Chinos" –no muy originales ni espectaculares. Pero Dios dice, "sigue tocando –y haz un poco de espacio en el piano para mí". Dios es capaz de tomar lo poco que tú puedes hacer para convertirlo en algo hermoso para Él.
Después de algún tiempo sus padres decidieron contratar a un gran maestro para que le enseñara a tocar en forma apropiada. Por supuesto, la pequeña niña estaba encantada.
Cuando la pequeña niña y sus padres llegaron a la mansión del maestro para su primera lección, ellos fueron escoltados por el mayordomo hasta la sala, donde vieron un hermoso y grande piano de concierto. Inmediatamente, la pequeña niña saltó sobre el piano y empezó a tocar "Palillos Chinos". Sus padres avergonzados empezaron a atravesar la habitación para decirle que parara, que dejara de tocar, pero mientras ella tocaba, el maestro entró en la habitación y animó a la pequeña niña a seguir tocando.
El maestro entonces tomó asiento en el banco del piano a la par de la pequeña niña, escuchando la melodía que ella tocaba. Después de un momento él empezó a tocar junto con ella, agregando acordes y arreglos. La pequeña niña continuó tocando "Palillos Chinos". Los padres no podían creer lo que sus oídos escuchaban. Ellos estaban escuchando un hermoso dúo de piano, tocado por su hija y por el maestro, y lo más sorprendente, el tema central de este todavía era "Palillos Chinos".
A veces puedes sentir que no eres nadie, que Dios no puede usarte para hacer grandes cosas. Pero piensa en esa pequeña niña. Lo único que podía tocar era "Palillos Chinos" y nadie quería escuchar esa melodía. Era una vergüenza para sus padres y una molestia para todos los demás. Sin embargo, el maestro la animó a seguir tocando.
Dios sabe lo que tú puedes hacer. Él te creó con dones y talentos. Seguramente, comparado a las habilidades de otras personas, tus talentos pueden parecerse a los "Palillos Chinos" –no muy originales ni espectaculares. Pero Dios dice, "sigue tocando –y haz un poco de espacio en el piano para mí". Dios es capaz de tomar lo poco que tú puedes hacer para convertirlo en algo hermoso para Él.
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