Este juego funciona mejor con un grupo reducido de 15-20 personas. Cada jugador debe recibir un paquete envuelto para regalo. (Entre los regalos puedes poner cosas viejas que no sirven: como un zapato viejo; cosas que no tienen ningún valor: una tarjeta de teléfono usada; y cosas que aunque no sean costosas valgan la pena: chocolates, llavero, un billete de $1.)
También necesitarás dos mazos de cartas. Reparte un mazo entre los jugadores, la misma cantidad a cada uno.
El otro juego de cartas es para el líder, quién debe mezclarlo bien y comenzar a sacar las cartas una a una.
Al sacar una carta del mazo, el líder debe decir cuál es y aquel jugador que tenga la misma carta se la entrega al líder, y le quita el regalo que le guste al jugador que sea. (Nadie debe saber lo que hay dentro de los paquetes.)
Así sucesivamente, el líder debe ir sacando las cartas a un buen ritmo y los jugadores deben estar bien atentos para robar los regalos cuando les toque.
Algunas personas van a acumular varios regalos según sus cartas son elegidas, pero luego alguien más le robará sus regalos.
Al terminarse las cartas, cada jugador desenvolverá sus regalos y, por supuesto, aceptarlos con alegría.
Muchas veces, descubrir el verdadero contenido del paquete por el que todos habían estado "peleando" es tan divertido como el juego en sí.
¿A dónde llevarlo desde aquí?
Éste juego puede abrirte las puertas para hablar del valor de las cosas materiales, la avaricia y la codicia o la generosidad.
También necesitarás dos mazos de cartas. Reparte un mazo entre los jugadores, la misma cantidad a cada uno.
El otro juego de cartas es para el líder, quién debe mezclarlo bien y comenzar a sacar las cartas una a una.
Al sacar una carta del mazo, el líder debe decir cuál es y aquel jugador que tenga la misma carta se la entrega al líder, y le quita el regalo que le guste al jugador que sea. (Nadie debe saber lo que hay dentro de los paquetes.)
Así sucesivamente, el líder debe ir sacando las cartas a un buen ritmo y los jugadores deben estar bien atentos para robar los regalos cuando les toque.
Algunas personas van a acumular varios regalos según sus cartas son elegidas, pero luego alguien más le robará sus regalos.
Al terminarse las cartas, cada jugador desenvolverá sus regalos y, por supuesto, aceptarlos con alegría.
Muchas veces, descubrir el verdadero contenido del paquete por el que todos habían estado "peleando" es tan divertido como el juego en sí.
¿A dónde llevarlo desde aquí?
Éste juego puede abrirte las puertas para hablar del valor de las cosas materiales, la avaricia y la codicia o la generosidad.
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