Prepara esta semana un billete de $20 (más o menos) y algunas monedas para realizar esta actividad.
Antes de comenzar la reunión y sin que nadie te vea pega el billete de $20 debajo de alguna de las sillas en las que tus alumnos van a sentarse, y desparrama las monedas por el salón.
Cuando todos estén en el salón, quizás en el momento de los anuncios antes de comenzar la lección, dile a tus chicos que acabas de descubrir que se te ha roto el bolsillo de tu pantalón y que puede ser que encuentren algo de cambio por el suelo. Di: “No es gran cosa- solo algo de cambio- así que el que lo encuentra puede quedárselo” (verás que solo algunos de ellos mirarás para ver si encuentran algo) Mientras tanto sigue buscando en el resto de los bolsillos de tu ropa, y exclama: “No, ahora me doy cuenta que el bolsillo de mi chaqueta también está roto y el billete de $20 también se me perdió... bueno, ¿que voy a hacer?, ya está perdido, el que lo encuentra también puede quedárselo” (hazlo de una manera que quede bien clara que es a propósito y que tu intención es regalarles ese dinero)
¿A dónde llevarlo desde aquí?
Cuando terminen la búsqueda, sea que lo hayan encontrado o no, pídele a tus estudiantes que tomen asiento y diles: ¿Se han dado cuenta que cuando mencioné las monedas casi nadie las buscó? Ni uno se paró a buscarlas.
Pero cuanto más valor tenía el dinero más personas comenzaron a mirar alrededor. Más sabiendo que no tenían que devolverlo, sino que sería para el que lo encontrara.
De la misma manera buscamos a Jesús, según el valor que él significa para cada uno. Si alguien piensa que no necesita a Dios, así como buscaban a los centavos, de la misma manera ellos no sienten el tener necesidad de Él.
En cambio alguien que tiene real sed de Dios, quién conoce el valor de Jesús en su vida buscará de Él como quién busca un billete de $100 gratis.
Antes de comenzar la reunión y sin que nadie te vea pega el billete de $20 debajo de alguna de las sillas en las que tus alumnos van a sentarse, y desparrama las monedas por el salón.
Cuando todos estén en el salón, quizás en el momento de los anuncios antes de comenzar la lección, dile a tus chicos que acabas de descubrir que se te ha roto el bolsillo de tu pantalón y que puede ser que encuentren algo de cambio por el suelo. Di: “No es gran cosa- solo algo de cambio- así que el que lo encuentra puede quedárselo” (verás que solo algunos de ellos mirarás para ver si encuentran algo) Mientras tanto sigue buscando en el resto de los bolsillos de tu ropa, y exclama: “No, ahora me doy cuenta que el bolsillo de mi chaqueta también está roto y el billete de $20 también se me perdió... bueno, ¿que voy a hacer?, ya está perdido, el que lo encuentra también puede quedárselo” (hazlo de una manera que quede bien clara que es a propósito y que tu intención es regalarles ese dinero)
¿A dónde llevarlo desde aquí?
Cuando terminen la búsqueda, sea que lo hayan encontrado o no, pídele a tus estudiantes que tomen asiento y diles: ¿Se han dado cuenta que cuando mencioné las monedas casi nadie las buscó? Ni uno se paró a buscarlas.
Pero cuanto más valor tenía el dinero más personas comenzaron a mirar alrededor. Más sabiendo que no tenían que devolverlo, sino que sería para el que lo encontrara.
De la misma manera buscamos a Jesús, según el valor que él significa para cada uno. Si alguien piensa que no necesita a Dios, así como buscaban a los centavos, de la misma manera ellos no sienten el tener necesidad de Él.
En cambio alguien que tiene real sed de Dios, quién conoce el valor de Jesús en su vida buscará de Él como quién busca un billete de $100 gratis.
muy interesante la dinámica
ResponderEliminarestan muy buenosmuy interesantes
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