Estudios recientes indican que los adolescentes aprenden mejor por medio de experiencias activas y que los involucran. ¿Pero cómo podemos proveer actividades significativas sin gastar una fortuna? Es fácil, utiliza uno de estos temas para estudiar la Biblia o ideas para devocionales la próxima vez que desees enseñar una verdad poderosa en una forma innovadora y económica.
GUERRA DE SILLAS
Pide que los jóvenes formen con sus sillas un círculo apretado. Escoge a un voluntario para que se coloque en el centro del círculo. Cuando diga "acción", el voluntario debe regresar corriendo a su silla. Los demás deberán moverse a la silla desocupada, para evitar que el voluntario pueda sentarse. Al moverse de un asiento a otro, quedarán vacías otras sillas en las que el voluntario podrá sentarse. Los demás deben seguir moviéndose de asiento en asiento, procurando evitar que el voluntario encuentre donde sentarse.
Eventualmente, el voluntario logrará sentarse. Cuando esto suceda, la persona en su mano derecha será el nuevo voluntario. Continúa jugando durante varias rondas. Después del juego, pide que los voluntarios lean Santiago 4:1-8 en voz alta. Luego haz estas preguntas:
¿Qué sentiste al tener que luchar por un silla?
¿Qué sentiste al luchar para que el voluntario no logre sentarse?
¿En que forma se asemeja o difiere esta experiencia a lo que sucede cuando peleamos por cosas que queremos?
Lee Santiago 4:2-3 de nuevo. Luego haz estas preguntas:
¿Por qué a veces las personas no le piden a Dios las cosas que necesitas?
¿Cuáles son algunos de los motivos incorrectos para pedirle a Dios algo? ¿Por qué?
Basados en Santiago 4:1-8 y en tus experiencias durante este juego, ¿qué le podrías aconsejar a otros en cuanto a tratar de obtener las cosas que desean?
GUERRA DE SILLAS
Pide que los jóvenes formen con sus sillas un círculo apretado. Escoge a un voluntario para que se coloque en el centro del círculo. Cuando diga "acción", el voluntario debe regresar corriendo a su silla. Los demás deberán moverse a la silla desocupada, para evitar que el voluntario pueda sentarse. Al moverse de un asiento a otro, quedarán vacías otras sillas en las que el voluntario podrá sentarse. Los demás deben seguir moviéndose de asiento en asiento, procurando evitar que el voluntario encuentre donde sentarse.
Eventualmente, el voluntario logrará sentarse. Cuando esto suceda, la persona en su mano derecha será el nuevo voluntario. Continúa jugando durante varias rondas. Después del juego, pide que los voluntarios lean Santiago 4:1-8 en voz alta. Luego haz estas preguntas:
¿Qué sentiste al tener que luchar por un silla?
¿Qué sentiste al luchar para que el voluntario no logre sentarse?
¿En que forma se asemeja o difiere esta experiencia a lo que sucede cuando peleamos por cosas que queremos?
Lee Santiago 4:2-3 de nuevo. Luego haz estas preguntas:
¿Por qué a veces las personas no le piden a Dios las cosas que necesitas?
¿Cuáles son algunos de los motivos incorrectos para pedirle a Dios algo? ¿Por qué?
Basados en Santiago 4:1-8 y en tus experiencias durante este juego, ¿qué le podrías aconsejar a otros en cuanto a tratar de obtener las cosas que desean?
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