lunes, 15 de marzo de 2010



¿Alguna vez te sientes perdido cuando tu grupo se sale de control? Estos pasos pueden ayudarte a usar una disciplina balanceada con tus chicos.


1. Determina responsabilidad individual vs. grupal. A veces los problemas pueden ser reducidos a sólo dos o tres miembros. No hagas que todo el grupo pague por los problemas de unos cuantos.

2. No pierdas el control. Si le das a tus chicos un discurso donde te pones rojo, la vena se te sale y los ojos se te salgan de la órbita, no escucharán lo que estás diciendo. Uno de los frutos del Espíritu es el autocontrol (Gálatas 5:22-23). Necesitamos modelar ese fruto.

3. Anímalos a reconciliarse. Haz que los chicos afronten sus sentimientos heridos y que se restauren el uno al otro. Puede ocurrir un serio daño en las relaciones si los problemas no se trabajan de inmediato.

4. No los avergüences. Cuando todo el grupo necesita disciplina, no empeores las cosas señalando o retando a los que se les fue la mano. Si realmente necesitas hablar con alguno individualmente, hazlo en privado.

5. No te enojes muy seguido.Si te enojas con tus chicos regularmente, el problema no es con ellos, es contigo.

6. Disciplina con amor. Se conciente de la madurez del grupo, y no de tu propio deseo de que las cosas vayan de una cierta manera. Necesitamos querer lo mejor para ellos, no para nosotros.

7. Sé firme. Si tienes una buena razón para disciplinar, no des vuelta atrás con la acción decidida, o los chicos no te van a tomar seriamente en adelante.

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